Con motivo del día del médico, el 10 de marzo, la red de sociedades científicas venezolanas se pronuncian.

“En esta ocasión no podemos celebrar el aniversario de José María Vargas como el día del médico, los médicos venezolanos se ven obligados a huir del país que los vio nacer y los formó según sus dictámenes porque sus vidas corren peligro al ejercer esta digna profesión.

En Venezuela ejercer la medicina se corre el riesgo hasta de perder la vida, allí donde los más necesitados acuden esperando recibir un trozo de salud ante la enfermedad, salud que les ha sido arrebatada poco a poco. Solo encuentran a los galenos que con muy escasos recursos ofrecen migajas de alivio que no son suficientes.

La desesperanza reina en nuestro pueblo, y la indolencia de quienes gobiernan se manifiesta en carcajadas de carnaval.

La cátedra de la excelencia se ha visto manchada por la creación de escuelas donde no existe la academia, y solo se imparten doctrinas ideológicas. Allí embaucan a jóvenes venezolanos entregándoles títulos de seudomédicos pero lo más oprobioso es ver como sin tener cátedra salen prescribiendo ignorancia y muerte.

Cómo podemos celebrar el día del médico cuando ya las enfermedades controladas y prácticamente desaparecidas de nuestras fronteras renacen tras ser abonadas con la ineptitud gubernamental

Desde las épocas duras de la gesta libertadora no había en Venezuela una epidemia de hambre como la que vivimos en la actualidad, y la desnutrición es la cuna de todos los males

Hoy los galenos no pueden impartir salud, solo sufren y padecen al igual que cada venezolanos de severa ignominia que solo con democracia será superada

Hoy no celebramos el día del médico pero si enaltecemos la figura de José María Vargas, con mucho pesar su legado no lo hemos podido cumplir

Lamentablemente nuestro misión como médicos se ve interrumpida por la indolencia de las malas políticas de salud implementadas por el Estado“