Venezuela, con un territorio continental y marítimo de 2 millones de km², es un país rico en recursos hidrológicos sumergido en una Emergencia Humanitaria Compleja que impide, entre otros derechos, el acceso al agua potable y al saneamiento1 . El país cuenta con mucha más cantidad de agua de la necesaria para abastecer a toda su población2 , cercana a los 32 millones de personas. Sin embargo, el desmantelamiento de toda la estructura institucional y física del sector compromete la calidad de las fuentes de abastecimiento, los procesos de tratamiento y de potabilización de las aguas, la distribución, el saneamiento, la salud, la producción hidroeléctrica, la hoy escasa producción alimentaria e industrial. En fin, la vida de los venezolanos en todos los ámbitos.
El 82% de la población venezolana, mas de 28 millones de personas, no recibe agua de manera continua. La que se recibe esporádicamente es de dudosa calidad o no potable.
La Red Hospitalaria Nacional, no tiene un suministro confiable de agua potable y además sufre problemas de saneamiento.
Los planteles educativos, en todos sus niveles, sufren las consecuencias por deficiencias en el servicio de agua, por problemas sanitarios y/o inundaciones.
A continuación el Reporte Nacional sobre la Emergencia Humanitaria Compleja en Venezuela sobre el derecho al agua: