Las denuncias en torno a la crisis venezolana y cómo afecta a los más pequeños siguen sonando en instancias internacionales. Este miércoles 5 de julio una comisión de defensores de los derechos de los niños asistió al 163º período de audiencias de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) en representación de varias ONG para denunciar la situación que atraviesan los infantes y adolescentes en medio de la crisis sanitaria, alimentaria, económica y política.
La comisión de la sociedad civil estuvo conformada por Carlos Trapani, coordinador general de Cecodap; Katherine Martínez, directora de Prepara Familia; y Judith Bront, madre de Samuel Becerra, uno de los pacientes de Nefrología del hospital J. M. de los Ríos que falleció por un brote infeccioso en el servicio.
La delegación enviada por el Gobierno venezolano estuvo encabezada por Larry Devoe, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Derechos Humanos.
“Son los niños los que más están sufriendo”, denunció Trapani, quien advirtió que la rectoría en materia de infancia ha transitado por cinco ministerios distintos sin aportar soluciones a la crisis y expuso durante su intervención cifras sobre la violencia.
Sobre los tres últimos meses de protesta, Trapani insistió en la reivindicación del derecho a la manifestación pacífica de los niños y adolescentes y rechazó la creación de “laboratorios de paz” por parte del Gobierno. “Condenamos el uso de niños y adolescentes en hechos violentos durante las manifestaciones“, expresó.
También advirtió que la crisis alimentaria se agrava y que los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) —la respuesta gubernamental a la situación— no prioriza el suministro de alimentos a los sitios en donde se encuentran los niños, como escuelas y centros hospitalarios, y tampoco considera criterios nutricionales.
Katherine Martínez denunció la crisis en la que está sumida el hospital de niños J. M. de los Ríos: el centro de salud tiene una deuda quirúrgica de 5 mil pacientes y la operatividad de sus camas se redujo en 53,9%. “Todos los servicios sufren las penurias de no poder contar con los insumos necesarios para ofrecer una atención de calidad”, lamentó.
La directora de Prepara Familia alertó sobre la situación en el servicio de Nefrología del hospital, donde han fallecido cuatro pacientes renales hasta la fecha producto de un brote infeccioso. Klebsiella, estafilococo y pseudomona son las bacterias que han contraído los pequeños del servicio.
Uno de ellos fue Samuel Becerra, quien murió el pasado 11 de mayo. “En marzo lo hospitalizaron, al igual que a otros 18 pacientes de la hemodiálisis“, relató Judith Bront, madre del adolescente de 12 años. “Los niños no querían entrar a dializarse porque después les daba dolor de cabeza o fiebre“.
La comisión enviada por el Gobierno aseguró que las muertes de los pacientes del hospital infantil están siendo investigadas y afirmó que el Estado se ha visto disminuido en sus capacidades para atender temas como la salud y la alimentación debido a la caída de los precios del petróleo.
Aún así, Larry Devoe aseguró ante la Cidh que “74% del presupuesto de 2016 fue destinado a la inversión social, a la salud, a la educación, a la niñez” y que las cifras de Venezuela en materia de alimentación se mantienen por encima de los estándares internacionales establecidos por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).