Venezuela se convirtió en el país con la cuarta peor crisis alimentaria del mundo por número de personas afectadas durante el año 2019, con 9.3 millones de venezolanos, lo que representa 32% de la población nacional, de acuerdo con el Informe mundial sobre las crisis alimentarias 2020, publicado el 21 de abril.
Nuestro país se ubicó por detrás de Yemen con 15.9 millones de personas, (53%), la República Democrática del Congo con 15.6 millones (26%) y Afganistán con 11.3 millones (37%), destacó la publicación.
El reporte, elaborado por la Red mundial contra las crisis alimentarias, señala que 135 millones de personas en 55 países, en las que se incluye a Venezuela, sufrían inseguridad alimentaria aguda a finales de 2019, esta descripción supone que una persona no tiene capacidad para consumir alimentos, lo que supone un peligro inmediato para su vida o sus medios de subsistencia.
En Latinoamérica y el Caribe, 18,5 millones de personas están en situación de crisis alimentaria distribuidos en ocho países, aunque el 50% corresponde a Venezuela con 9,3 millones de venezolanos, quienes padecen inseguridad alimentaria aguda: 2,3 millones de modo severo y otros 7 millones de manera moderada, como alertó en febrero el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas.
“2019 marcó el quinto año consecutivo de profunda recesión para su economía. Los precios de los alimentos se dispararon más de 8.000 % en 2019, eliminando el poder adquisitivo de los venezolanos”, expresa el informe. “El análisis muestra que la inseguridad alimentaria aguda es en todo el país”.
Pero no son los únicos afectados por la situación, otros 17 millones de venezolanos tienen un consumo de alimentos mínimamente adecuado, pero participan en estrategias de afrontamiento irreversibles y son incapaces de pagar algunos gastos esenciales no alimentarios. Constituye la etapa dos de la clasificación integrada de las fases de seguridad alimentaria (IPC en inglés), y a nivel mundial la cifra de esta categoría es de 183 millones de personas en 47 países.
Pérdida de ingresos
El Informe mundial sobre crisis alimentaria explica que más de un tercio de la población en Venezuela ha experimentado pérdida total de sus ingresos. “Los niveles de inseguridad alimentaria aguda aumentaron cuando los venezolanos que permanecieron en el país sintieron el agudo impacto de la hiperinflación y no pudieron satisfacer sus necesidades esenciales”, añade.
También resalta que el gobierno venezolano no ha publicado datos sobre nutrición desde 2017, pero subraya que 6,3% de los niños menores de cinco años de Venezuela padecen de desnutrición aguda según estadísticas de Unicef.
Para 2020, la Red mundial contra las crisis alimentarias pronostica que los venezolanos continuarán enfrentando la pérdida de medios de vida, mientras las estrategias negativas de afrontamiento de la crisis podrían convertirse en la norma para los más vulnerables. El documento señala que las sanciones internacionales podrían profundizar la crisis económica y las tensiones políticas internas podrían aumentar los disturbios domésticos.
Inseguridad alimentaria en los migrantes
La red mundial alerta también que de los más de 4.8 millones de venezolanos que han abandonado el país, casi 1.2 millones están en situación de inseguridad alimentaria aguda en Colombia y Ecuador.
En Colombia, aproximadamente 891.000 padecen inseguridad alimentaria aguda: 345.000 de modo severo y 546.000 en forma moderada. En Ecuador, aproximadamente 292.600 migrantes venezolanos se encuentran en situación de inseguridad alimentaria: 100.000 de modo severo y aproximadamente 192.500 en forma moderada.
“La mayoría de los migrantes y refugiados venezolanos tienen un acceso pobre o limitado a los alimentos, lo que los obliga a adoptar estrategias de afrontamiento para lidiar con la falta de alimentos. Las restricciones de visa adicionales también han afectado negativamente la capacidad de los migrantes de generar ingresos”, añade.
En 2020, según el reporte, se espera que las dificultades económicas se intensifiquen para los venezolanos que quedan en el país, así como para el creciente número que está emigrando hacia Colombia y Ecuador. Estima que la salida de venezolanos continuará y calcula que a finales 2020 haya cerca de 2.4 millones de venezolanos en Colombia y unos 659.000 en Ecuador.
Impacto del COVID-19
La red resalta que los países con crisis alimentaria son los más vulnerables ante las consecuencias de la pandemia de COVID-19 por tener una capacidad limitada o nula para enfrentar el impacto sanitario o económico de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
Indica que estos países pudieran enfrentar el sacrificio de elegir entre salvar vidas o medios de vida y, en el peor escenario, salvar a las personas del coronavirus para que mueran de hambre. “Para prevenir que estas decenas de millones de personas que ya enfrentan crisis alimentarias sucumban ante el virus o sus consecuencias económicas, todos los actores necesitan movilizarse y coordinarse en torno a prioridades estratégicas u operacionales”, añade.
El reporte es el resultado de un análisis en el que participan 15 socios internacionales humanitarios y de desarrollo, los principales son: la Unión Europea (UE), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).