El paludismo sigue avanzando en Ciudad Guayana con cifras nunca antes vistas. Mientras hace dos años en Caroní se presentaban poco más de 100 casos, para junio de 2017 la malaria “afecta a más del 50% de la población guayanesa”, según publicó la Alcaldía en una nota de prensa, este 5 de junio.
La parroquia más afectada de Ciudad Guayana es Pozo Verde. Este martes, residentes de la zona protestaron en el ambulatorio para alertar que ya han muerto tres personas por la epidemia de paludismo, debido a la escasez de medicamentos antimaláricos y de fármacos en general en esta zona rural, asentada en la vía a El Pao, señaló Correo del Caroní.
La protesta comenzó porque hoy falleció un señor mayor dentro del ambulatorio de Pozo Verde, “y la familia nos dijo que fue por paludismo. La cosa con el paludismo allá es fuerte”, confirmó Antonio Agrimón, vocero del Círculo de Lucha Popular (CLP) número tres de Pozo Verde.
El activista le ha hecho seguimiento al avance del paludismo en la parroquia, pues participa en las gestiones vecinales para dotar al módulo de Pozo Verde con más insumos. “A mí me consta que ayer (lunes) llevaron un lote grande de medicamentos (anti maláricos), pero ya hoy en la mañana se habían acabado. Es que la cosa está fuerte, hay mucha gente enferma” con malaria.
Al fallecimiento del adulto mayor esta mañana se suman la muerte de una niña pequeña y una mujer adulta durante el fin de semana, según confirmó Joel Freites, otro activista de la zona. “Estamos hablando de tres fallecidos solo en esta semana. Nosotros sabemos que en lo que va de año son más, pero no tengo los nombres a mano”, dijo el vocero.
Agrimón amplió que en el ambulatorio de Pozo Verde se procesan unas 700 pruebas diarias de paludismo “y el 90 por ciento de ellas da positiva”. Este martes a las 3:00 de la tarde esperaban recibir el otro lote de medicamentos para atender a los enfermos palúdicos que deben tomar tratamiento diario por 15 días continuos. De perder un día, pierden la efectividad del tratamiento.
De acuerdo con el Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud, el paludismo aumentó en un 76,4 por ciento en todo el país entre 2015 y 2016, totalizando 240.613 enfermos palúdicos en Venezuela. Del total, 177.619 contagios se ubican en el estado Bolívar.
Llegó para quedarse
“El paludismo es una tragedia que se está viviendo en Pozo Verde, tiene que ver con la gente que se va para las minas a buscar oportunidades. El problema tiene tiempo, pero ahora surgió un repunte como nunca antes”, denunció Freites.
La malaria es una enfermedad transmitida por el zancudo Anopheles, que típicamente se reproduce en ecosistemas selváticos. El municipio Sifontes, al sur de Bolívar, siempre ha sido el líder en el número de contagios de paludismo. Para el cierre de 2016 contabilizó 102.543 casos confirmados, según el Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud.
El descontrol sanitario ha permitido que quienes ingresan a las minas a trabajar y son contagiados con malaria, vengan enfermos al municipio Caroní, donde rápidamente se ha expandido el padecimiento causado por los parásitos Plasmodium vivax y Plasmodium falciparum, o paludismo mixto.
Según el Boletín Epidemiológico, el municipio Caroní cerró con 8.178 contagios de paludismo en 2016, mientras que en 2015 los casos confirmados apenas contaron 922.
La parroquia con mayor número de casos es Pozo Verde, que al final de 2016 presentó 6.412 contagios de malaria. El Ministerio de Salud no ha actualizado las cifras del Boletín Epidemiológico para junio de 2017, pero los vecinos del sector reafirman que “cada día hay más casos”.
Freites aclaró que “hay gente que dice que les repite el paludismo varias veces, pero eso no es así, es el mismo parásito que no ha sido exterminado, no se ha curado bien, pues… eso es porque no hay los medicamentos”.
Los declarantes aseguraron que en el ambulatorio de Pozo Verde escasean hasta las soluciones y los yelcos para poder hidratar a los pacientes descompensados por vía intravenosa.
“Hay gente que tiene resistencia y lo soporta, pero una persona hipertensa, obesa, diabética, o mujeres embarazadas están en riesgo si les da paludismo”, dijo Freites, referente a los casos que pueden terminar con la vida de las personas.
Vale resaltar que hace un año, vecinos de Puerto Libre, en la parroquia Cachamay, también protestaron tras el fallecimiento de tres personas enfermas de paludismo en la comunidad, y para exigir al Gobierno fumigación en su sector.
Donación de equipos
La dirección de Desarrollo Social de la Alcaldía de Caroní donó este 5 de junio tres microscopios para realizar las pruebas de paludismo a los ambulatorios de Pozo Verde, 5 de Julio y Yocoima, “parroquias con mayor índice de personas afectadas” por la malaria en Caroní, según esta institución.
Fue en esta comunicación en la que la municipalidad reveló que más del 50 por ciento de la población de Ciudad Guayana está afectada por el paludismo.
Correo del Caroní ha podido confirmar entre 2016 y 2017 el rápido avance de la enfermedad en la ciudad, incluyendo la parroquia Vista al Sol, localidad que hasta hace dos años no presentaba ningún enfermo.
“Vamos a realizar un diagnóstico extenso de habitantes del municipio Caroní con el propósito de atacar el paludismo desde la raíz y así proceder a la entrega de medicinas y fumigación en cada comunidad de Ciudad Guayana”, dijo en la nota de prensa el secretario de Política de la Alcaldía, Roy Quiaragua.
El funcionario aseguró que “en las próximas semanas” la Corporación de Servicios Patrióticos Sociales saneará botes de aguas negras en las parroquias rurales “para fortalecer la lucha contra la malaria”.
Las acciones de la municipalidad no incluyen jornadas de fumigación ni repartición de mosquiteros con insecticidas, medidas que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) son esenciales para erradicar el paludismo.
Actualmente, la malaria es una enfermedad erradicada del primer mundo. Venezuela vive un repunte sin igual en el último año, lo cual evidencia la ineficacia del control epidemiológico en el sistema sanitario público local y nacional.
Fuente: Correo del Caroní