La epidemia de malaria en Bolívar cobró otra vida el domingo. El gremio de la salud condenó la muerte de Midgin Mujica, médico egresada de la Universidad de Oriente que hacía pasantías rurales al oeste de la entidad, en Caicara del Orinoco, municipio Cedeño, donde contrajo la enfermedad.

Se conoció que Mujica estuvo internada en el hospital Raúl Leoni (Ciudad Guayana) donde no había disponible antimaláricos. Posteriormente ingresó al hospital Uyapar, también en esa ciudad, donde previo a su muerte tuvo un aborto: tenía 12 semanas de embarazo.

La causa del fallecimiento de Mujica habría sido malaria cerebral, una de las complicaciones que se pueden desarrollar por falta de tratamiento.

Hace un mes, por la misma causa, falleció una enfermera del hospital Ruiz y Páez, centro de salud donde la semana pasada había 11 embarazadas con paludismo, informó Alberto Cabello, médico de la institución. Las pacientes tienen entre 18 y 34 años de edad, y entre 21 y 31 semanas de gestación.

Solo en ese hospital han muerto 117 pacientes maternas por este padecimiento en lo que va de año.

Cabello afirmó que la epidemia de malaria en la entidad no es atendida por las autoridades. “Tenemos hasta paludismo intrahospitalario: entra un paciente para una cirugía y termina contagiado. Hay dos médicos que también fueron diagnosticados”, señaló.

El especialista advirtió que las gestantes hospitalizadas en el Ruiz y Páez reciben el antimalárico cuando llega: “Hay drogas más avanzadas, pero se les está tratando con quinina, un fármaco al cual el parásito que causa la enfermedad ha mostrado resistencia”.

Bachaqueo. La intermitencia en el tratamiento –que debe durar 14 días continuos– puede ocasionar que este no sea tan efectivo, situación que se ha evidenciado en un repunte de pacientes reinfectados. Otra realidad que preocupa al gremio es que, ante la escasez del antimalárico, la gente “bachaquea” con él. “Nos cuentan que compran el kit a 200.000 bolívares, un gramo de oro o 150 dólares”, relató.

Cabello indicó que un criterio para realizar el examen de Gota Gruesa para determinar si una persona tenía malaria era si venía de zonas endémicas, pero la extensión de la epidemia no limita a esas áreas la posibilidad de contagio. Explicó que uno de los síntomas es fiebre o escalofríos diarios o interdiarios.

Educación. Hugo Lezama, secretario general del Colegio de Médicos de Bolívar, advirtió que las autoridades deben emprender una campaña urgente para educar a la población sobre la enfermedad y cómo evitar contraerla. Opinó que además deben ejecutar medidas para controlar el vector y atender todas las demás deficiencias del sistema hospitalario.

Cifras de fuentes oficiales –no divulgadas– revelan que, hasta la semana epidemiológica 27 de este año, se han reportado 117.209 casos de malaria y 65 decesos, en el estado Bolívar. En 2016 hubo 138.466 casos y 90 muertes en la entidad.