Los kits para la diálisis peritoneal de la que dependían 970 enfermos renales no llegan desde abril. La escasez hizo que César Viera, de 58 años de edad, falleciera el 20 de junio en Barquisimeto.

Su hija Mirley Viera explicó que su papá empezó a descompensarse porque estuvo un mes dializándose de forma interdiaria para ahorrar los insumos que debe suministrar el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales. Con estos kits, que el organismo estatal entrega en la casa de estos pacientes, ellos logran suplir la función de los riñones para limpiar las toxinas del cuerpo.

“Mi padre estuvo un mes dializándose un día sí y un día no y por eso su urea comenzó a subirle. Como no llegaba material se le comenzó a poner una sola bolsa del líquido que pasa por su cuerpo todas las noches, pero necesitaba dos. Como no le hacía nada, los médicos nos dijeron que le pusiéramos dos, pero debía ser interdiario para rendir el material”, cuenta su hija.

Estos 970 pacientes renales deben limpiar las toxinas de su cuerpo porque sus riñones no funcionan. Diariamente, en las noches se conectan a una máquina con un catéter en el ombligo. El paciente, previo entrenamiento de un mes, puede realizarse el procedimiento en su domicilio con una máquina que funciona mientras duerme y no altera así su rutina diaria. Viera usaba este método, pues vivía en Sanare, estado Lara, y era complicado trasladarse durante una hora hasta Barquisimeto tres veces por semana para hacerse la hemodiálisis en un hospital, que es la otra opción que tienen los enfermos renales para suplir la función de los órganos y de la que dependen 15.000 personas en el país.

Una semana antes de fallecer comenzó a hacerse los exámenes para pasar a la modalidad de hemodiálisis, puesto que no le quedaban más insumos donados, pero murió antes de hacer el cambio.

“Es muy lamentable el desabastecimiento. Es triste que el alimento y medicina falten, ya que es la base de la vida. Nosotros como familia movíamos cielo y tierra para sus medicinas, pero con ese material era imposible. Antes esos insumos venían de México, después nos dijeron que venían de Colombia, pero no llegó a tiempo. En abril fue la última vez que lo tuvimos”, denunció Mirley Viera.

Otra niña, de 6 años de edad, por la que los barquisimetanos hicieron potazos, también murió. Sobrevivió desde abril con insumos donados para hacerse la diálisis peritoneal porque no calificaba a la modalidad hemodiálisis, pero al estar 3 meses en el Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga adquirió bacterias que minaron su vida.

Los largos tiempos de espera. El presidente del Seguro Social, Carlos Rotondaro, declaró a El Nacional que los insumos llegarían hace dos semanas. El viernes pasado fue cuando los nefrólogos fueron notificados formalmente de que el material médico estaba en el país.

Los insumos de la diálisis peritoneal los compraba el IVSS a las empresas Galaxy Medical C. A. y Dialisys Medical Care, que atendía 409 y 561 pacientes, respectivamente. El IVSS prescindió de los servicios de Galaxy, dado que buscaban un proveedor que vendiera en bolívares. Dialisys Medical Care ahora tiene el monopolio de este tratamiento que suple la función de los riñones, por lo que los 409 pacientes que tenían el anterior sistema deben cambiarse la línea que usan en el ombligo para adaptarlo a la tecnología de esta empresa.

Los nefrólogos del Hospital Universitario de Caracas les informaron el viernes pasado que llegó el material médico para sus 31 pacientes, de los que a 25 se les debe cambiar la línea y 4 debieron pasar a hemodiálisis y sacrificar su vida productiva porque estaban en peligro y no podían esperar más.

Fuente: El Nacional