El artículo 83 de la Constitución venezolana dicta taxativamente que es obligación del Estado garantizar la salud como parte del derecho a la vida, y el 84 le da carácter de gratuidad y universalidad. Sin embargo, la realidad de los venezolanos es otra.

Formar parte de los cuatro millones de personas que requiere tratamientos de Alto Costo: oncológicos, trasplantes, reumatismo, esclerosis múltiple, hemofilia, y antirretrovirales para las personas con VIH, entre otras, así hipertensivos, y diabetes se ha convertido en un infortunio, la mayoría de esos medicamentos solo pueden obtenerse a través del IVSS.

Ante la desesperanza de los pacientes diagnosticados con enfermedades crónica que pueden convertirse en terminal, la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida (Codevida) decidió convocar a sus aliados, y a las víctimas de la escasez a manifestarse frente a la Farmacia de Medicamentos de Alto Costo del IVSS a exigir respuestas sobre la situación de salud del país.

“Nosotros no queremos sentarnos a hablar, queremos respuestas del Gobierno de cuándo van a llegar los medicamentos. Si en los próximos días no tenemos respuesta vamos a tomar medidas más extremas“ advirtió Francisco Valencia, presidente de Codevida, quien plantea la posibilidad de realizar una pernota en el seguro social, si el presidente del IVSS, Carlos Rotondaro no se pronuncia al respecto. “Aquí no estamos rogando, estamos exigiendo nuestros derechos“, sentenció Valencia.

Durante la manifestación, Luis Francisco Cabezas, director general de la ONG Convite, denunció que el Seguro Social está entregando medicamentos vencidos a pesar de estar contraindicado su consumo luego de la fecha de caducidad, quien con medicina (Ácico Valproico) en mano mostró que recibió el 21 de marzo una medicina para epilépticos fechada con vencimiento del 31 de enero de 2017.

“Llegar a viejo en Venezuela es una tragedia. Este Gobierno no se preocupa por nuestra salud ni nuestras condiciones de vida, estamos pasamos hambre. Yo quiero vivir pero parece que lo que quieren es matarnos“, afirmó Felipe Carrasquel Díaz, un abuelo de 85 años que no consigue con regularidad las medicinas para la tensión, diabetes y próstata, dolencias que padece desde hace décadas.

Pero no es el único caso. A pesar de que el cáncer de mama es la primera causa de muerte de las mujeres venezolanas, hace seis meses estas pacientes no reciben del IVSS los tratamientos para llevar a cabo los ciclos de quimioterapia que necesitan para bloquear la enfermedad, y tampoco lo encuentran en las farmacias privadas.

Hace seis años, Norelia Hernández fue diagnosticada con cáncer de mama, y hoy padece una recaída pulmonar, una metástasis producto de la ausencia de tratamiento. A falta del bloqueo a las células cancerígenas, le han crecido los nódulos.

También sortean la escasez de medicamentos los trasplantados, un grupo de 3.500 personas que deben tomar un coctel diario de inmunosupresores para evitar un rechazo del órgano recibido, mientras que unas 5.000 personas son diálisis, esperando por un trasplante que ha dejado de realizarse en el país ante la escasez de insumos médicos que ronda el 75%.